Dentro del espacio físico que ocupa la Asociación Argentina de Actores en nuestra ciudad se construyó una sala de teatro que brinda a los Grupos Independientes la posibilidad de montar sus espectáculos sin que esto signifique un gasto elevado al momento de buscar escenarios. En este lugar, el día jueves 23 bajo la dirección de Cristian Villarreal, se presentó la obra Érase una vez un Rey del dramaturgo chileno Oscar “Cuervo” Castro.
La obra fue representada por los actores debutantes Esteban Bustos y Marcelo Fernández en los roles protagónicos, acompañados en el reparto por Bernabé Bustos y Sonia Párraga Ávila. Suele suceder que los lugares pequeños y acogedores se convierten a su vez en íntimos y reconfortantes. Bajo el frío que registraba el termómetro aquella noche pudimos, de la mano del Grupo El Umbral, “encerrarnos en la calle” y visualizar de la mano de lo fantástico el universo de quienes no tienen techo, dinero o sustento alguno y a su vez juegan e imaginan.
De repente la cruda realidad que uno podría imaginar se convierte, entre tachos de basura, gomas de bicicleta y carritos de supermercados que componen la escenografía en una parodia de la misma historia latinoamericana. El texto de Castro en escena se interpreta como una comedia que juega con el Poder Político y con quienes lo ejercen. Se deja entrever la necesidad de poder, la manipulación del pueblo, incluso la evolución de las distintas formas de gobierno con algunas de sus características más notorias. Ahora bien, la adaptación que realizó Villarreal le permitió incluir frases y dichos de reconocimiento popular que en alguna ocasión usaron políticos como Raúl Alfonsín y Carlos Menem; por otro lado la interpretación del “Dictador” asemeja a un verduzco y antiguo Aldo Rico.
El aspecto técnico tuvo como principal elemento la iluminación, la cual recurriendo a recursos audiovisuales hizo del espectáculo un montaje que al cierre del mismo se asemejó al utilizado comúnmente en el cine. La musicalización se adecuó a los momentos de los personajes y favoreció el desarrollo y fluidez de los actores.Érase una vez un Rey es un espectáculo cálido, ameno, incluso familiar.
La propuesta conmueve e invita a una reflexión sin omitir una sonrisa.Las próximas funciones serán en la misma sala dentro del marco del Festival Meta Teatro.
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