La noche del sábado a las 22hs en la sala Mecano de Casa de la Cultura se estrenó la obra de Cesar Brié llevada a escena por el grupo ARPI Teatro bajo la dirección de Omar Pizzorno, Solo los giles mueren de Amor. Este unipersonal fue protagonizado por Gustavo Garcia con la asistencia técnica de Facundo Herrera. El estreno tuvo la dicha de tener la sala casi completa, de hecho hubo personas que no pudieron acceder al momento de presentarse en boletería ya que las butacas estaban reservadas.
Cesar Brié plantea en esta dramaturgía el drama de la vida y la muerte. Un solitario deja el mundo y detrás de él quien asiste a su velorio lleva al espectador por los pormenores de la vida del difunto; sus gustos, ideología, despertar sexual, aspectos artísticos, etcétera. Una obra que busca heterogeneidad en la vida humana, diversidad que en realidad puede volverse una simple máscara ante la verdadera y pesada existencia. Un alma atormentada que vivió de lo que amaba sin amar a nadie, sin saber usar palabras justas en momentos necesarios, un cuerpo que termina atormentado por aprender a amar de una manera personal, estúpida.
Los diálogos en primera y segunda persona le permiten al actor experimentar la variedad de voces etáreas y sociales; desde el mismo muerto, su padre, las voces de quienes lo acompañaron en vida y una burla constante por la personalidad del difunto permiten hasta justificar la muerte de este. Gustavo García logra despertar el interés en el espectador entre gesticulaciones y pasos de personaje a personaje. El centro de la visión se enmarca en su rostro alterado por las luces y los sentimientos de dicha, nostalgia, paranoia y soledad. El espectador se convierte en un deudo, pero solo por momentos, ya que muchos signos o señas no llegan a ser interpretados en su totalidad debido a la dificultad visual de quienes pasan de la tercera fila sumados a la subjetividad de la propuesta.
Por otra parte, el acompañamiento lumínico y musical hace ameno el transcurso de la puesta; llegan a su máximo clímax cuando García abre la Biblia rememorando el pasado del difunto y su vinculación con la religión lo cual sumerge brevemente todo el espacio en esa imagen.
Pizzorno explora una dramaturgia distinta y aporta a la construcción de manera favorable con los aspectos técnicos. Sumado esto a la interpretación de García convierte a Solo los Giles Mueren de Amor en un momento único para el espectador, salvando el inconveniente de la disposición espacial de las butacas. Las próximas funciones serán los días viernes 24, sábado 25, a las 22.00hs y el domingo 26, a las 20 horas en el mismo espacio de Casa de la Cultura.
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